En relación con los decretos presentados el miércoles, 6 de julio por el Poder Ejecutivo para que los costarricenses paguen un precio más bajo por un arroz de calidad, Leiner Vargas, economista del Centro Internacional de Política Económica de la Universidad Nacional (Cinpe-UNA), aseveró que con estos decretos se desploma el modelo regulatorio que tenía el costo del arroz en Costa Rica, lo que significa el cierre técnico de la producción nacional, afectando alrededor de 400 pequeños y medianos productores que abastecen cerca del 35% del arroz que se consume en el país.
Vargas explicó que dicho desplome en el modelo regulatorio ocurre porque básicamente baja el arancel al arroz pilado, para competir con el arroz pilado nacional y baja el arancel a la granza; de tal manera que cualquiera puede importar granza barata fuera del país. “En este momento que la granza está barata se podría esperar que exista mayor competencia y baje el precio del arroz en el mercado, pero inmediatamente esa baja significa que el industrial comprará la granza importada y no al productor nacional o a un menor precio”, expresó.
El economista del Cinpe-UNA, agregó que: “en un país donde la productividad del arroz es baja y hay grandes ineficiencias por costos más altos que el resto de América Latina, significa el cierre técnico de la producción de arroz en casi 400 productores que se encuentran en esa escala en zonas de no riego y regiones de menor productividad en el país. Esas familias que han mantenido la industria del arroz, imagino que hoy están considerando no sembrar arroz el próximo año”.
El especialista resaltó que el modelo aplicado fijaba el precio de la granza nacional, el valor final y permitía que hubiese una compensación de costos con la granza importada bajo cuota en el modelo de costos, el cual era auditado por la Corporación Arrocera Nacional (Conarroz) y que el mercado era supervisado mediante este mecanismo. “Hemos tenido durante más de 20 años unos de los precios más bajos del arroz en general en el mundo, así como un precio muy estable para el consumidor”, comentó Vargas.
Ganancia para grandes
Vargas señaló que en principio pareciera que nadie sale ganando, lo cual en su criterio, no es cierto, dado que la caída en el arancel del arroz pilado del 36% al 5%, a quien beneficia es a los grandes arroceros del país.
“Además se argumenta que el decreto es a favor del consumidor, pero por cuánto tiempo se van a mantener los mercados de alimentos, los cuales son mercados de excedentes. Ese excedente desaparecerá, vendrá la escasez tendremos precios más altos y ya sin arroceros e industrias los consumidores pagaremos el precio del mercado mundial más alto. ¿Cuándo eso suceda se le otorgará un subsidio al consumidor?”, subrayó Vargas.
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