Con la certeza de que la obra es de Dios y Él se encarga de llevarla adelante, fue ordenado obispo esta mañana Monseñor Juan Miguel Castro Rojas, quinto pastor de la Diócesis de San Isidro de El General.
La Eucaristía Solemne fue presidida por el Obispo de Ciudad Quesada y Presidente de la Conferencia Episcopal Mons. José Manuel Garita, concelebrada por los obispos titulares y eméritos del país, clero, religiosos, religiosas y cientos de laicos, quienes se distribuyeron tanto en el interior como en la parte externa de la catedral, dadas las medidas por la pandemia.
En primera fila estuvo la madre de Monseñor Castro, doña Miriam Rojas, quien siguió emocionada cada parte del rito solemne de ordenación episcopal, tales como la lectura del mandato apostólico, la postración, el rezo de las letanías, la imposición de manos, la entrega del báculo, la mitra y el anillo episcopal, la imposición del Evangelio y la unción con el Santo Crisma.
Un detalle muy significativo fue que su familia fue la que presentó las insignias episcopales, incluso su madre entregó la mitra al obispo consagrante. Tras la ordenación, Monseñor Castro tomó posesión de su cátedra y fue saludado efusivamente por los obispos y por el pueblo.
En su homilía, Monseñor Garita le recordó al nuevo obispo que la fuerza oculta de su ministerio sagrado se encuentra en la comunión orante con el Pastor por excelencia, que es el Señor.
“De esta relación estrecha con Jesucristo surge la fuerza para evangelizar incansablemente y para abrazar la cruz. De la oración íntima, constante y confiada brotan la compasión, la bondad y la cercanía con los pobres, marginados e inmigrantes, con los que se han apartado de la vida de la comunidad y con quienes buscan la verdad y la justicia”, agregó.
Monseñor Juan Miguel, prosiguió Monseñor Garita, “Jesús, el Buen Pastor, te pone al frente de su rebaño con entrañas de misericordia, y con la delicada tarea de gestar comunión desde la fe de la Iglesia, de la que ahora en adelante serás maestro”.
“En esta hora de gracia para la Iglesia, oramos para que seas dócil a la vocación y al ministerio recibidos, de manera que edifiques así la comunidad creyente desde el diálogo y el espíritu de sinodalidad que ha continuado y reforzado en la Iglesia la experiencia del Concilio Vaticano II, de cuyo inicio celebraremos el 60 aniversario en el próximo mes de octubre”, concluyó.
Información vía Eco Católico. Foto D.Solano
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